El Dentista

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El dentista, la anestesia y sus cositas

El último día que fui al dentista me di cuenta de muchas cositas

Porque pasaron muchas mierdecitas.

Fue el típico día que te levantas con el pie izquierdo y acabas con él amputado.

El plan del día era sencillo, tenía dentista.

Fin

Pero gracias a una serie de catastróficas desdichas el día fue de todo menos sencillo.

Y tampoco sabía cómo tomar mejores decisiones para que el día se transformase…

Desperté temprano con la alarma de casa sonando como si no hubiera un mañana porque una de las gatas había tocado donde no debía.

La tostada se quemó

Salí corriendo de casa para ir al dentista

Me tocó un conductor de autoescuela delante en una carretera de un solo sentido donde está prohibido adelantar

Cuesta abajo y a 50 km/h

Me quitaron el sitio donde quería aparcar

Esperé (poco) en el dentista y me comí un atasco para volver a casa gracias a la guardia civil y su control

Ya en casa,

Me senté y respiré.

¿Pero qué puñetas pasa hoy si yo solo tenía que ir al dentista?

Miré a mí alrededor y la cama estaba sin hacer…

Para mí no hacer la cama es un sacrilegio al igual que no bajar la tapa del W.C.

Hice la cama pero el día no mejoró y cada vez me sentía peor.

¿Qué hago?

Y apareció la voz de la psicóloga: escribe y habla

Mandé un “podcast” a una amiga y me salvó

Me salvó de entrar en bucle, de enredarme en pensamientos dañinos y de tragar con “todo” eso por no molestar.

Desde ese día leo una frase todos los días:

“Amada vida, divino universo te entrego todo lo que no quiero (inserta aquí lo que no quieres) para que tú hagas con ello lo que yo no sé”.

Esta frase me recuerda que no sé todo y tampoco puedo con todo y eso también está bien.

Y sobre todo, me hace saber que lo que no se quiere también ocupa un lugar y está quitando espacio para lo que sí se quiere.

Porque si no tiras la basura, la casa huele a mierda

Pues lo mismo aplica para los seres humanos

Si no entrego lo que ya no quiero tampoco dejaré hueco para lo que sí.

Si no acepto lo que ya no quiero tampoco recibiré lo que sí.

El día del dentista

El día en el que comprendí que las emociones también se pueden soltar como un globo al aire si no sabes qué hacer con ellas y eso también está bien.

Abrazo de gratitud,

Gladys

PD: “Los sueños no se cumplen por desearlos, claro que no, se cumplen por lucharlos y entregarte a ellos hasta el final” El poema completo en Bucólica Emocional

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